Al caer la noche oscura
en mi transitar por el mundo
hago un balance de lo vivido.
En el haber anoto las manos
que siempre prodigué,
muchos amigos que gané,
amores que conquisté
con una dulce mirada
y un ¡hola! ¿ como estas?
Al contabilizar el debe
desilusionado comprobé
que otras cosas sin contar,
me quedaron por hacer.
Amores que no pude mantener
por tener corazón de picaflor,
amigos a los que no supe perdonar
errores humanos del quehacer,
por ser fiel a la ley,
sin pensar que muchos de ellos
fueron por ajustar demasiado
los tornillos del deber.
Hay tantas faltas en la vida
de los que fui responsable.
y las tuve que pagar
ahora me doy cuenta ¡albricias!
Por no disimular las ajenas
no medi las consecuencias,
de lo que es perder un amigo
cuyo valor es inestimable.
Hoy en mi ancianidad comprendo
la importancia enorme del perdón.
Si lo usáramos mas seguido
el mundo sería otro mundo
y nosotros, sin dudas más felices.
somos humanos y por lo tanto falibles,
por ello en vez de castigar,
sin soberbia, debemos orientar
para diferenciar lo que está bien
de lo que consideramos mal.
La vida es una lucha permanente
por encontrar el bueno camino,
el bienestar y la felicidad.
Todo lo que uno pretende
hay que lograrlo con trabajo
Nadie en este mundo regala nada
si quieres ser ganador lucha.
lucha con afán y con fervor
El tiempo siempre premia
al que quiere ser mejor.
No sólo el que triunfa en la vida
es un ganador
tambien siente la emoción,
de la adrenalina, el temblor,
el que camina confiado en si mismo
porque sabe que no nace castigado
el que lleva lo peor,
sino aquel que no se juega
y termina en el montón.
A esta altura, lo digo sin hesitar
me doy cuenta, que no me arrepiento
de lo que hice en mi existencia,
porque siempre actué a consciencia,
más estoy seguro,
que de haber escuchado lo que dije
todo hubiera sido mejor.
\"Llévate de mi consejo
fíjate bien lo que te hablo
que el diablo sabe por diablo
pero mas sabe por viejo\"
lo decía un anciano
se llamaba Martin Fierro.