Aquella tarde fría frente al mar… oscurecía…
Las nubes se habían ido… noche limpia sería…
Cuánta curiosidad por conocer ese mundo
El de ese instante cambiante por el viento iracundo
A lo lejos los enormes buques anclados al horizonte
Aparentaban estar inmóviles pero solo aparentaban
Sin apuro las estrellas aparecían en el techo cielo
Aparente techo negro abovedado con puntitos de luz
Se encendían las luces de los buques junto a la luna
Luna llena que iluminaba aquella alfombra marina
Aparente alfombra infinita de agua salada
Dando luz a aquello que estaba oscuro
Aparente guardaespaldas del crepúsculo
Aquel paisaje irrepetible aceleraba el alma
Parecía que caían letras del cielo
Que inspiraban a soñar con una poesía
Y ponerse en ese estado de curiosidad
Ese de los sueños efímeros y etéreos
Entre la verdad y la falsedad
Entre apariencia y realidad
Cruzando esa frontera exterior
Llegando hasta la esencia más latente
Y aunque las apariencias engañan…
Por ser el encanto de solo un instante
Si mantenemos la sonrisa encendida
Los sueños de verdad… no se empañan
LHD