¿Qué hay de cierto en el relente
de la noche, o en la reseca
polvareda de la calle,
en su hastío y su miseria?
La verdad caliginosa
que se oculta en las ausencias
y agoniza en la vigilia
de la vida que atormenta.
¿Qué inequívoco proverbio
sibilino se atempera
en el páramo inconexo
del amor que nos condena?
La dogmática falacia
que presagia que te duelan
sus caricias y sus besos,
si te mira tan de veras…