José Luis Barrientos León

Soñaba una palabra  

 

Soñaba con una palabra que provoque los inviernos

Que desnude la lluvia

Y la entregue sumisa, sobre la tierra y los cuerpos

Para aplacar los incendios, para germinar la simiente

 

Una palabra para que ardan los soles,

Se iluminen estrellas y nazcan los sueños

Entre algarabías y delirios que fascinan el espíritu

Con el sentimiento místico de saber que existo

 

Soñaba el vocablo intenso para forjar el poema

La expresión sutil, piadosa, que revive el latido

Que acompañe las aves en su vuelo supremo

Que concibe el soneto para cantarle a la vida

 

Una palabra de pasión y deseo,

para crear las estrofas al amor y a la entrega

Un sonido del alma que derribe murallas

Y  con rimas frágiles musiten los besos

 

Soñaba la palabra alada, que agitara los mares

Que pariera las brisas, que inquietara los vientos

Y de pronto la escucho, para pronunciarla en silencio

En la quietud de mi entraña que declama tu nombre

Adriana…