Hoy, al igual que ayer y talvez mañana,
andaré alrededor de estatuas de mármol
aquellas que tallé en tardes insípidas
porque ya no estaban tus manos ágiles
y el aire mismo se volvía rígido
pero talvez no importaba
si así los suspiros cesaban.
Pero incluso la resignación es suicida
y la tristeza una visita indeseada
incomprendida o generosa según sea el día,
mas su ida es innegable,
discreta y por la puerta trasera
sonriente por tiempos mejores se aleja
no sin antes plantar una semilla de reticencia,
esa duda a la felicidad ingenua
y su flujo cambiante
su marea insegura que ahoga,
así armé este círculo de fuego
siempre monótono, seguro y lejano.
Por hilos lo he caminado
siempre con la mirada al abismo
quizá sea una quimera irrelevante
pero choca en los límites intrascendentes
donde observo montañas desmoronarse,
mares secarse, y lo peor de todo
tu sonrisa alejarse.
Siquiera la noche acongojada me quebrara
siquiera ese parque fantasma me penara
siquiera las rupturas preservara,
aún asi estaría atrapado en esta pintura,
imagen estática de un presente ávido
de quedarse tal como está.