solía ser salvaje,
andar entre la yerba, de mata dura y seca,
como mi corazón embravecido
hoy
lo único que quiero es revisar mi lote
mi dote más precario de dones
escarbar en creciente el colmillo danzante
postergar en menguante el aullido latente
el peinado elegante dejarlo pendiente
encontrar tesoros dolientes y armar colgantes
para que se conjugue en tiempo certero
el momento ameno
en sincronía con nada
que es todo y más
ahora si me mareo
tocaré el acorde dominante
de mi pecho vibrante
de emociones pujantes...
y presionar en derredor, hasta encontrar la paz.