Si montamos en el carrusel del pasado
caeremos mareados a los pies
de un hombre y una mujer
que tras burlar las fronteras de mil muertes,
han llegado a nuestra piel.
No les levantes la mirada
que por nuestros ojos ven
y no están dispuestos a contemplar su cara
en el espejo que hay colgado en tu pared.
En su silencio, ellos piden que me mires.
No soy lo mejor del paisaje,
como tampoco lo fue él,
pero mírame
y acompáñame al puerto
a darles la bienvenida
al reino
donde puedan celebrar nuestra vida
estando muertos.
El amor es una esfera irrompible
que navega por el mar del tiempo
y tras su estela han saltado a nadar
millones de cuerpos.
Fabriquemos un botecito,
cada uno toma un remo,
y si al acorralar el horizonte
no encuentras la esfera, tenemos
siete mares para engañar el sentimiento.