Las 5:45 de un viernes el mejor día de la semana,
al menos para muchos aun que para mí sería el último.
Tres pasos en los escalones y un saludo amable,
cuatro círculos de metal,
un ultimo paso para llegar al cojín nada suave por cierto
pero sirve se asiento.
El camión esta desierto solo dos humanos.
Los trozos que cuelgan de mi tronco tiemblan,
son nervios, mi respiración se agita, respiro y me ahogó.
Tal vez solo es mi masa gris pensando de mas,
o tal vez la ultima vez que sienta ese palpitar en mi pecho.