Campos de mares de plásticos,
al terminar la campaña
de color marrón se vuelven,
cuando se arrancan las plantas.
El verde desaparece,
los inmigrantes también,
que regresan a su patria
para en septiembre volver.
Todo queda ya desierto.
Mirando tras la ventana
cuando pasas conduciendo
entre vallas y alambradas.
Algún que otro africano
queda quitando los hierros
de lo que fue un mar de plástico
más ahora, todo está yermo.
¡Qué triste quedan los campos...
que soledad, que silencio!
La alegría del temporero
en Julio mata a mi pueblo.
©2021 Ermanué.
Nota del autor: Dedicado a todos esos inmigrantes que trabajan los campos que muchos españoles dejaron de hacerlo hace mucho tiempo.