En la oscura lejanía se divisa una figura
Se insinúa frágil, como de andar ingenuo
Cual sutil estrofa que flirtea entre sombras
Sonidos tenues de delirio y deseo
Se acerca lenta, eligiendo pasos de cristal y ensueño
Agitando sus cabellos con la brisa fresca de la noche inmensa
De mirada Indócil, fascinando el aire, cautivando sueños
Sobre las sombras grises de un pasado agónico
Tascando el freno de una vida indómita
Añorando abrazos, anhelando besos. Se posó a mi lado
Me tomo la mano, me agito el latido
Se aferró a mi alma, me entregó la suya
En la algarabía de un ayer extinto
Tu figura es verso, es mar, montaña
Iluminando la noche como luna llena
Donde nace el beso y se entrega el alma