Tengo una pena terrible por Plutón,
me imagino su problema de identidad que debe tener.
De la tierra - específicamente la comunidad astronómica-
le mandaron a decir que ya no era planeta.
Él, ingenuo y confiado, toda su vida pensó que lo era.
Ya no sabe nada,
llora y ya no conversa con sus ex compañeros.
Se siente más pequeño que de costumbre.
Indefinido, se niega a creer tan duro veredicto terrestre
y se aísla en su propio universo.
Siempre estuve solo, lejos,el último de la fila,
pero ahora me exiliaron definitivamente-debe pensar el pobre-
Ahora sólo se dedica cada día a girar y girar en torno al sol
y a contemplar las estrellas y planetas -que se saben estrellas y planetas-
y no se preguntan como él
en cada momento
qué demonio estelar son