Los ojos de mis ojos, ojos tuyos.
Donde ver aquello que he querido.
Donde imaginar lo que estoy viendo
y de asirlo en mis pensamientos.
Prendido de la suerte que contengo
en la oscuridad del cristalino,
quiero verte en el anhelo del deseo
para así describirte como un sueño.
Figurarme lo real de lo vivido,
como algo fugaz y retenido
en la brevedad de este momento.
En la luz que dibuja ese contorno,
como la luz que hay en tu cuerpo,
es de mis ojos, que serán los tuyos.