Guillermo Bustamante

Le digo que no son embusterías

Se pretende obligarme a vivir en el silencio.

 

se me intenta herir de muerte

con el trapacero puñal de la ignominia.

 

Se maquina para detenerme en el camino

hacer más altas las paredes de mi cuarto

los pies más pesados para acortar mis pasos.

 

Se me quiere cerrar la puerta a la llanura

a la risa

a la locura

negárseme el gratuito contacto con la lluvia

ahogarme la fe ciega

la pasión serena

la alegría de respirar sin métrica usurera

con el látigo de admoniciones tomadas al garete.

 

Inocentemente fui hecho victima

ahora se me quiere hacer fracaso.

 

En esta honda penumbra

mezquinas luces orientan enemigos sueltos.

 

Yo los he visto.

 

Caminan con despotismo su vaho envenenado

como si nada fuera ajeno.

 

Y llevan el cuerpo podrido

de donde a veces brota una sonrisa muerta.

 

Yo los he visto y tienen aire de reyes

de baraja.

 

No son fuertes

pero tienen el poder.

 

No tienen esperanza

y por ello escupen sin piedad.

 

Yo los he visto y me persiguen.