santoro

Muro de amor

Ámame sin el miedo de la queja,

que acuna soledades y nostalgias

e invade tormentosas añoranzas

dejando para siempre herida el alma.

 

Ámame sin cobardes aspavientos

que silencian la voz de tu garganta

y amilanan el grito que desea

mostrar las ansias que tu pecho cantan.

 

Ámame así, con el furor del verbo

que  sensual resucita en lontananza

dejando huella de fogosa  lluvia

que inunda el valle de mis esperanzas.

 

 

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