Las medias en las piernas,
cruzadas, cerradas, abiertas,
largas, cortas, raspadas,
cortadas limpias, rotas, fuertes, completas.
A medias nada.
Ni el amor
ni la furia
ni el llanto
ni las ganas de follar
ni de ser follada.
A medias las naranjas,
pero no nosotras.
A medias no son las esperanzas,
ni los cuentos baratos de princesas
que ¿esperan ser rescatadas?
Porque para ser completamente guerra
hay que ser completamente guerrera
fuego eterno de aldea inapagable
y quemar todos los ojos y todas las pieles.
Nadie me dice a qué medida
tengo que ser
ni hacer
ni decir.
Nací intensidad, y fulmino
y grito, y siento,
y me apasiono
y suelto, y calmo, y vibro y vivo.
Soy intensidad, a medias nada, ni las piernas, ni el corazón que yo decido abrir o cerrar.