Oh hijos de la niebla!
Vestales escondidas
en la tiniebla sucia
de la vida! Restos
vomitivos de la seda
que acumulan los pabellones
auditivos! Esencias derrocadas
por los líderes del capitalismo!
Vergüenzas ocultadas y silenciadas
en los penúltimos tragos del crepúsculo.
Escuetas misivas de lamentos y epitafios,
dónde hallarán brazos y piernas para ser
movidos? En qué alto del camino
encontrarán de súbito su bóveda
y su anestesia? Miento, y me mentiría,
siempre, sino fuera por el vértigo
que acuña la herida en su despropósito!
Oh marxismo, convaleciente especulación,
revolución volcada, cuerpo entero sujeto
a tentativas de suicidio! Fragancias
de tu llanto llenan mi espanto, oh
terrible espada, oh llanto, oh celebración
y grito!....
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