Poemas tan sagrados
como un beso frente al mar,
como todo el océano hecho tristezas,
leves muertes cotidianas, sin sonidos.
Y la fuente cadenciosa invita...pero está muy lejos.
A borbotones presencias amadas,
quiero acariciarlas ,y se acercan,
arrimo mis labios encendidos, plenos de ternura...
y se van mecidas , como cometas...
¡al sur! ¡al sur!... a una casa frente al cielo húmedo y feliz...
del que hui, me fui llorando y libre,
sin acordelar, sin mesura...fiero al fin,
oscuro como la noche sin tu azul
y las mañanas sin tu risa bondadosa,
en que tan amado, me perdí,
y no vale llorar , vale vivir.
Vivir contigo en la pureza
de los adentros limpios,
del memorar puro y para siempre...
Paco José González