Hoy hace años
marchaste de mi lado
sin despedirte.
Lloró la rosa
que estaba en la maceta
y se secó.
Lloró la luna
buscándote en la noche,
sin encontrarte.
Lloró el gatito
que tanto te quería,
muy zalamero.
Lloró la nube,
la lágrima sagrada,
con su tristeza.
Lloró mi alma
repleta de tristeza
por tu partida...
Pero recuerdo
que un día nos dijiste
que no lo hiciéramos.
Que no lloraran
los ojos de tus hijos
cuando te fueras.
Y sonriendo
los labios que tu amabas
te rezarían.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/01/21
Hoy no lloro, pero hay algo que me hace detenerme en el recuerdo, mirar a lo lejos sin ver, suspirar profundamente y pronunciar tu nombre, \"sin palabras\".
Luego, restaño una lágrima rebelde, y continúo buscándote en la vida.