El poder lo vuelve ciego
la fama, da levadura;
el dinero, no perdura,
pero si alimenta el ego.
Llega el sol que es veraniego
a quemar las insolencias
con todas las prepotencias
del poder y su ceguera
con soberbia duradera
y con todas sus violencias.
El poder junto a la fama
enardece la cabeza
con los signos de grandeza
que hasta el pecho se le inflama.
Mientras el pueblo reclama
los derechos denegados
que han sido pisoteados
a lo largo de la historia
que girando como noria
aún siguen ignorados.
El poder siempre embelese
al impensable canalla
que construye su muralla
por ataque que previese.
Y si quien bondad fingiese
la verdad sale desnuda;
puede parecer que es muda,
pero ella va denunciando
como el sable que brillando
muestra su orilla filuda.
¿Cuándo será diferente
para la existencia humana
si continúa la diana
de un gobierno prepotente?
¿Y qué opinará la gente
al descubrir la mentira,
será que calla, o delira;
o es que se va organizando
para la lucha ir librando
inspirado con su lira?