Era un hombre frio,
sin faz, burdo y de corazón lítico.
caminando en pretérito.
Mi ser inexpresivo,
imbuido de dolor
En derrotas y batallas
mi mente gobernadas por pesimistas
no encontraba cabida.
De un fuego interior
consumió toda cogitación,
un hombre vivo resurgio
del pasado.