Mar, que amor me hueles.
Que en tus citas vas y vienes
con el ansia de la prisa
fulgurante de la brisa.
Déjame oír el rumor,
que el viento en su candor
en la bruma de las olas,
desea regalar sus perlas.
Las mismas que requieres
al decirme que me quieres.
Que en los abismos te duele
ese amor que a mar me huele.