Me duele la muerte
que va cabalgando
me duele el dolor
que duele insensato
me duele la vida
como hilo trenzado
me duele el aliento
que viene cargando
las penas y heridas
que no se olvidaron.
Me duele ceguera
de un mundo cegado
por la fantasía
como un fuerte rayo
que cae del cielo
que va iluminando
los tristes caminos
que no he transitado
que llueve y que llueve
y están anegados.
Los pasos me duelen
al ir caminando
por las espineras
que encuentro a mi paso.
Y busco ternura
que tienen tus brazos
camino contrito
y nunca te alcanzo.
Me duele tristeza
que sufre el anciano
con ojos llorosos
y está desolado
sin una caricia
que tienda su mano
que llora sufriendo
y está abandonado
después de aquel tiempo
que fue trabajado
labrando la tierra
que fue cosechando
y hoy todos sus frutos
se le han terminado.
Me duele mirarte
sufriendo y llorando
las penas amargas
de un tiempo pasado
que se hizo presente
que sigues cargando
porque pasa el tiempo
y no se han borrado
que duelen que punzan
y el alma clavaron.
Me duelen los niños
que nunca cantaron
que nunca sonrieron
mirando un payaso
porque sus ojitos
cerraron temprano
no vieron las nubes
que fieles lloraron
su triste partida
a su camposanto.
Me duele la angustia
del pobre y descalzo
que no tiene nada
que va lamentando
el mundo que injusto
ya lo ha marginado
con tanto desprecio
siendo él un humano
que viene de un vientre
también desdichado.
Me duele la vida
porque es un calvario
y duele la muerte
de sueños preñados.