Arborecer quiero
en medio del campo.
Crecer muy lento
como el tiempo.
Llegar tan alto
como las nubes
Ancho de copas.
como el viento.
Tan lleno de hojas.
Tan sin de pájaros.
hundirme en la tierra
para beber el agua
que guarda todos
los aguaceros,
y no dejar que nadie
pise mis raíces,
ni trepe a mis ramas,
pues no seré
cobijo de cobardes
altozano de viajeros,
refugio de perseguidos,
o el patio de juegos
de párvulos traviesos.
Tampoco daré leña
para el invierno,
a los indigentes,
pues mis restos
regresarán a mí.
Y si me preguntan
qué árbol quiero ser,
no diré por ahora,
si roble, cedro o caoba.
Tal vez solo un arbusto
en medio de la nada,
que igual,
habré de creerme
un gigante
si nada hay
en todas partes
que pueda superarme.