Me frío el cerebro
con amargas dosis
de pasión descontrolada,
el mundo a las vueltas
dentro de un cuerpo vacío
buscando su estrella
y pasan las horas
sobre mí en el sitio,
de la muerte asesino
al servicio del clima.
Sin un beso no duermo,
es el caerse infinito
en pensamientos tan tristes;
ella dice: \'\'prueba la miel\'\',
pero yo me pierdo en delirio
sabiendo que la sueño:
no existe...
El sabor del dolor
es profundo mi vicio
al ser tan solo
un niño enfermizo
desde que aprendí
que volar no es un juego,
ahí el peligro reside.