Y morirnos con cada mañana
Sin ver la luna ni el día con desgana
Caminar debajo de las nubes
Como en mis sueños contigo caminaba
Y tus ojos inmortales,
Y tus labios con veneno,
Solo tus alas en mi mente apagando el fuego
Sin tus manos entre esta gente
Ya nada me parece nuevo
Volvamos a esa vida
Donde las tormentas eran de papel
Y el cielo un tablero de nuestro juego
Que, aunque no te vea ni te escuche
Se que las estrellas saben a quién le ruego
Cada día y cada noche en las que sin querer
Poco a poco,
Lentamente muero.