Cada día rememoro en las nubes, los días en que juntos fuimos viento.
Viento que corría libre y poderoso, como un pequeño huracán de sentimientos.
En el tenue palpitar de la llovizna, escucho acercarse tu memoria.
La memoria de tu cuerpo respirando, cuando en paz junto al mío adormecía.
Ahora solo me encuentro aterrado, en el largo viaje hacia el olvido.
El olvido de tu corta existencia, que a mi frágil ser deja adolorido.