Y justo cuando debí golpear, se torció el equilibrio y caí
bailarinamente sobre mi cuerpo.
Entonces, desde el suelo, comprendí que debía huir.
Medio me incorporo y afinco con la fuerza de un Dios
el metatarzo izquierdo para salir disparado como una flecha, cuando entonces
siento una hincada en el talón.
Oh dioses de mierda !!!
¿ Para qué me quieren muerto y castrado ?
¿Podrían elegir
una de dos?