Cantaba, cantaba un ave
en una rama muy alta,
cantaba de sus amores,
sus alegrías, sus faltas,
a la pajarita linda
que lo miraba arrobada.
Cantaba muy suavemente
adorando a su pareja
que lo veía de lejos
y lo invitaba a su lado.
Cantaba amores hermosos,
agradables y sonoros,
afinaba su garganta
desde esa rama tan alta,
y le mandaba arrumacos
sin que a nadie le importara.
Quisiera ser como el ave,
o su pareja adorada,
quisiera que estés conmigo
a lo alto de algún árbol
cantando canciones suaves
como el ave solitaria
cuando encontró a su paloma.