Cómo hiedra que se expande
y se aferra a mis entrañas,
cómo duende sigiloso
va en silencio,mi pesar,
con pasos silenciosos,
sin saber un rumbo fijo,
una pena me acompaña...
en mi triste soledad.
Voy buscando en ésta noche
de sombras taciturnas,
un alma, que he perdido,
un amor, que no ví,más.
Todo me parece oscuro,
todo lo veo sombrío,
no sé a dónde dirigirme,
no sé a dónde ir a buscar
ése amor, que yo he perdido,
ése amor, que ya no está.
La farola de mi calle
que siempre me alumbraba,
ésa ya no me da lumbre...
se ha cansado de rielar.
La luna, que mis pasos
en las noche siempre guiaba,
se fue con su lucero...
para no volver jamás...
¿Ahora quién me guía
en ésta horrible obscuridad?
Camino y camino...
sintiéndome perdida,
lloro mi quebranto,
lloro mi orfandad,
a dónde van mis pasos,
a qué lugar me llevan,
si ya no tengo amor,
ya no tengo a quien buscar.
Mis ansias se marchitan,
como la margarita
que plantamos, en el patio,
en el huerto de mi hogar...
aquella, que juramos,
jamás.. dejar secar...
Con la vertiente cristalina...
que salía de mi alma,
siempre la regaba,
en mis ratos de solaz,
todo mi candor le daba
y así poderla cultivar.
Pero, entre más amor le daba,
esa flor se marchitaba,
hice todo por salvarla
sin poderlo remediar,
todo fue inútil,
se marchitó mi anhelo...
igual que se marchita
mis sueños y la flor.
Cansada de mi intento,
por quererla revivir...
cierto día decidí,
dejarla de regar...
tarde comprendí...
¡què si a ti,ya no te quieren!
no debes insistir.
\"Una flor mustia no retoña,
ni retoña una ilusión\"
Felina