A flor de labios
por entre los uniformes
salpicados de humo represivo
una voz va repartiendo
la consigna Insurrección
Al llegar al oído de otras voces
se va haciendo más rígido el abrazo
entre sus ecos
y bajo la vorágine de ruidos extranjeros
de pisadas que laceran la epidermis de la patria
y de nefastas premoniciones fraguadas
en convenios bilaterales envueltos en aires
pestilentes
va diciendo levántate
levántate y mira a tu contorno
que otros te esperan con los pies despiertos
para emprender la larga marcha
Levántate y no tengas miedo de esos actos inéditos
que estarán siempre vivos en la memoria del
asfalto
No temas a esas fuerzas impersonales masas
oscuras y huecas
que pretenden individualizar tu respiración en sus
cacerías nocturnas
donde igual da el beso a la prostituta
que visita el puesto policial con el pitillo de
marihuana
y una nube de mentiras en los labios
la borrachera con el pederasta que gusta del
atenciones firmes mi sargento
y colecciona charreteras al lado de sus afiches
pornográficos
que el asesinato de quienes no sudan en su
conciencia como siervos
y viven alumbrados de caminos
No temas iniciar desde la esquina de tus dedos
esta última contienda luego de la cual
todos tendremos derecho a nuestros ojos
y una verdadera paz en cada poro
No temas y menos quédate quieto que el territorio
por recuperar es tan grande como el mar de
nuestra ofensa
No temas que cuando hay razón para la úlcera
un solo grito conmueve a los vecinos y
los sustrae de su ocaso milenario
No olvides que a flor de labios
sobre el asfixiado pavimento de la patria
y por entre los uniformes salpicados
de humo represivo
una voz va repartiendo la consigna Insurrección