Mi guardia
En mi morada
de sueños sin miedos,
mi guardia de siempre
me quiere valiente.
Es duro decirle,
y tiemblan mis dientes,
que aun no he aprendido
a volar sin caerme.
El tiempo acecha,
la esperanza no es perenne,
me siento tan frágil
y lo veo tan fuerte.
Lecciones de vida
y yo sin un eje,
que me sostenga erguida
ante sus ojos al verme.
Te miro y me veo
en ese mar miel y verde,
duele demasiado
esta realidad de perderte.
Lamento fallarte,
no ser la hija fuerte
que sostenga tu mano
serena y paciente,
que aprenda de vos
a ser faro…
cuando la luz se revele.
Y es que nadie advirtió
que amar tanto así duele.
Pero te prometo pararme
Y caminar mientras nieve,
fusionar en mis sueños los tuyos
y buscar tu sonrisa siempre.
Y se que voy a encontrarla
en mis tantos intentos
de aprender a quererme.
Gracias por tanto papá
A.P