Mi mundo surrealista ya no tiene pies,
las cosas son cosas y ya no tienen razón:
la luna es un desierto; el pan es un zapato
y todos caminamos ciegos y sin ninguna
herida. Etiquetas hablando sin corazón,
y números que nunca coinciden en la calle:
toda esta escuela vuela siempre en la eternidad,
y el que diga lo contrario es que no sabe contar.
Las nubes son agua congelada sin nombre,
que ni nombre su verdad la quiero escuchar.
Y lo que quiero escuchar lo quiero vaciar.
Matemáticas su física cuántica ayer
se me escondió, al igual que mi dios Sol
que a su calor debo esta vida tan pasajera.
NACHO REY