Alberto Gimenez Porcar

Vivo

 

La vida anclada en un amor como eterna primavera…

 Sabiendo que la vida me arrebató lo que más doliera…

 Un peso ahogó mi respirar por vivir condenada pena.

 En la primavera de nuestras vidas el amor nos uniera.

Quizás nos faltó valor, quizás sobraron malas lenguas,

 En maldita encrucijada… ahora lo que pudo ser ciega.

 Un hijo que no naciera, un nieto que no existiera…

 Un lamento eterno por lo que pudo ser y no fuera.

 Un error sin solución que nos condena.

En esa primavera en que el amor que nos unió,

en que la pasión nos uniera

Lo más valioso para nosotros lo dejamos atrás,

ahora… tras una vida nos dimos cuenta

(De Alberto Gimenez Porcar)