Ben-.

El silencio-.

Silencio. Apenas

un cobertor de ruidos

que la noche esparce.

Milagrosamente, escucho,

casi, la ausencia de la fuente,

allí abajo, intentando mirarme

de frente; como cuando era niño.

Y también, los ruidos centrales

de la larga maquinaria de telares

olvidados y de escuetos manjares,

dispuestos sobre la mesa.

¡Infancia terrible, domesticada

hasta llegar al fondo!

Nunca supe comprometerme

del todo con el futuro, siempre anduve

metido entre tus faldas.

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