alupego (Ángel L. Pérez)

TORRENTE Y CALMA

TORRENTE Y CALMA



Ha nacido del vientre de la vida,

surgió de las entrañas,

entre tinieblas forjó la criatura,

en el seno crucial,

en la aventura de poder nacer,

gestándose en el cenit de la lucha,

en el ardiente volcán que ama la vida.



El tiempo ha cobrado su factura,

y en un amanecer de desventuras,

la voz se fue, se perdió la textura,

se fue rindiendo el tiempo,

se fue eclipsando el eco de los sueños,

y en ese devenir se quedó a oscuras,

los nervios en silencio,

el amor en la cuna de la vida.



Maduro corazón que sangra y tiembla,

heredero del pulso y prisionero,

cantor de amores y latidos,

tenor cuando se altera el ritmo,

soprano si es agudo el sentimiento.

Maestro y hechicero, fiel amigo,

o traidor sin compasión y olvido.

Valiente o seductor, amante ciego.



No quedan ya palabras sino ruido,

y el viento se las lleva,

entre los dientes deshilachadas quedan,

presas en la vorágine se olvidan,

y son más pasajeras,

ya no son guías ni maestras,

ajadas entre brumas se deslizan,

en la estertórea algarabía perdidas.



Ha nacido del Sol y de la Luna,

de la locura o de la calma chicha,

sin pausa, intransigente se revela,

no importa la razón ni tiene prisa,

su voz es la canción entre la brisa,

de sus conceptos todos al unísono,

de su perpetua existencia de por vida,

no se para en pensar, si es noche o día.



Corazón de león o bien de hormiga,

a su latido acompasado queda,

al ritmo del amor se altera,

y no cruza la senda sin la vida.



Angel L. Perez

https://www.poemas-del-alma.com/blog/usuario-188210

12/07/2021