Necesito un poco más;
miénteme: dime que es veneno,
que me es malo a todas luces...
Que no quiera ni probarlo
otra vez a la primera.
Qué me das a cambio por un beso
que sabe a miel verdadera,
que te haga volar más allá de las estrellas más lejanas...
Soy tuyo por un día:
aprovéchame hasta que de mí no quede nada;
basta por hoy ya de más heroicidades:
el suicidio fue un buen plan;
no me lo niegues, no, jamás.
Estoy sucio de arrogancia
por creerme demasiado;
mi refugio en una calle
que no aparezca en ningún mapa,
fuera a la intemperie, allí
es donde soy feliz
disfrutando el aire de la noche.
No me llames nunca brujo
por convocarte por tu nombre
y alimenta de mí este olvido
hasta que pase el sinsabor...