Te llevo labrándome la tierra
en los adentros tan profundos
como ancestros de este mundo.
Te llevo en los esquemas del viento mudo
acosar valles de valentía y carencia.
Acostado en el linaje de mi pulso
palpitándome en la lengua
que augura todo lo que es tuyo.
como irresuelto teorema.
Te llevo en mi persona magullada y esbelta
rozar las puntas de mis dedos largos
que los horizontes atraviesan.
Cosquillearme las pestañas mojadas.
Llorar sobre las firmas de algunas promesas.
Venirme tarde y protestarle al unísono de voces
que suenan en tus tabernas.
Ser un manojo de alardes como flor de primavera
Te veo perder antes las agallas que no despiertan!
Te llevo remojado entre los ocasos de barniz
Auscultarme en el encaje muerto de mis penas
negras como el anochecer.
Y porque no nos hemos besado
quedamos en el medio
de dos bocas autodidactas
Y porque no nos hemos tocado
Invadimos la noche escarlata.