Mi flor hermosa, de carne y hueso
en las mañanitas , y mi dulzura en el anochecer; eres tú mujer, y cuando
ando pescado en la suave nave, en un pensamiento de amor , solo sé que
cuando me inspiro, cositas buenas
es lo que siente mi humilde corazón.
Cuando regreso a puerto, voy a casa,
lo primero que hago es preguntarte
si esta bien de salud, porque eres
mi motivo de seguir viviendo, con
tú gran amor está nuestra vejez,
porque es un mandato o ley divina
de nuestro Dios.