José Luis Barrientos León

Un cuerpo Inexplorado

 

Un cuerpo distante, inexplorado

Sobre la niebla, entre los pensamientos sombríos

De un invierno vehemente que lacera la tierra

Como a los afectos que se vencen en las sombras

En las malezas de un pasado cargado de recuerdos hirientes

Llevados por el viento entre árboles gigantes de faltas inconscientes

 

Un cuerpo entre penumbras, ignoto

Divagando entre altares y aquelarres

Como sombras de fantasma torcidas por la luna

Frías, pisoteando las ternuras, abrazadas a la nada

Levantándose como hiedras negras, sobre el latido abandonado

 

Un cuerpo entre luces tenues, acercándose

Como memoria de estrellas solitarias, iluminando inmensidades

Con sonidos de abriles cual sonetos de las entrañas

Descubriendo esperanzas, musitando oleajes

Acariciando las hojas nevadas en las alturas del alma

 

Un cuerpo de esperanza, aproximándose

Escapando de las sombras para anidar en el ánima

Refugiándose en el mar, entre caracolas y gaviotas

Volando libre, sobre tempestades vencidas, derrotadas

Abriendo sus alas al cielo, entre constelaciones y montañas

 

Un cuerpo que ha llegado, con sus raíces de encanto

Penetrando la esencia, germinando en la aurora

Entre sabanas de ceda desposadas por el viento

Por el murmullo de un te quiero, el susurro de un te amo

Un cuerpo remojado, renacido entre brazos

Escapando al olvido, evocando los vientres.