Perversas son las manos agresoras,
violentas, despiadadas, destructoras.
Los niños para siempre son marcados
dejando sus sentidos lacerados,
las madres con los rostros demacrados
por hombres con espíritus malvados.
Son hechos demasiado deplorables
por toda sociedad inaceptables.
Satánicas sus mentes violadoras
son crueles, verdaderos desalmados
merecen sus castigos inmutables.
Existen luchadores honorables
dolidos por los casos develados
que exigen las medidas protectoras.
Luchar por las personas vulnerables,
demuestra existen seres admirables.
Los niños deben ser reanimados
merecen sus momentos sosegados
por ellos con ahínco codiciados,
ya basta de que sean castigados.
La paz para mujeres luchadoras
de vida son grandiosas portadoras.