La muerte me susurra;
está siempre a mi lado.
Cuando sueño siempre es ella:
toma la forma del deseo...
Yo camino hacia adelante
perdido entre la niebla
en un día más de estos
siempre triste e insatisfecho
pensando en lo siguiente,
cansado de ir tirando
con lo poco que me llega;
sigo vivo mientras tanto
aunque destruido esté por dentro.
El momento aprovechando
antes de que se esfume lentamente
escribiendo en mi cuaderno
los más bellos versos
que ocurrírseme pudieran...
Voy a reirme porque puedo
pese a que el tiempo algo se lleve.
Mañana no habrá más noche,
reservada para el recuerdo
del cual un alma se alimenta
pobre de ilusiones ya por siempre.