Hoy soy testigo de la presencia y gloria de los demonios y de los hombres malos. Que este hombre se disuelve respirando mala vida, y sostengo que el hombre malvado se vencerá a sí mismo, pido ayuda de mi propio liberado...te lo ruego; apoyo ... para sanar sus errores, porque aunque estás en el aire, desde allí has dado un ejemplo a seguir a estos hombres desde sus antepasados. Las mentes de quienes han sido entregados para la purga de sus errores o el ardor eterno. — me siento confundido. (Alberto Gimenez Porcar)