No más amor arraigado al tacón.
Insuflado en los intersticios de mi cintura.
Aborchornado en mi tesón.
No más amor que abunda.
No más dolor por menos amor
Atisba al prenderse el hilo de la marabunta.
No mas yo:
Verme recortada en las aceras, diminuta.
No más mujer en la noche taciturna que reciba un no.
Un no de amor que insulta.
No más amor de hombre finiquitado,
de su lealtad fidedigna, como estiércol desechado.
Como islote en la penumbra
Como cachorro atropellado.
No más amor de verbo
No más verbo de amor.