Llevo tu nombre a las charlas amenas que suelo frecuentar
Nunca falta una anécdota de amores imposibles que el tiempo nos viene a arrebatar
Llevo conmigo un recuerdo para comprender que el corazón se enamora sin avisar
Terminantemente no, la negación me doblega con rotunda facilidad
Busco tu mirada en ojos ajenos, busco tus cálidas palabras en labios diversos
Pero el inconsciente sabotea cualquier oportunidad para volverme a entregar
Parecía anulado el juramento que ambos hicimos en aquel atardecer
Pensamos que tracenderíamos juntos, incluso a pesar de la mortalidad inevitable
Terminantemente no, seré siempre renuente a seder mi compañía para un amor desconocido
Tu nombre permanece tatuado en mi piel, la sensación del tacto de tus labios aún parece acariciarme
Terminantemente te amaré hasta que vuelva a ese lugar del que una vez te hablé.