Me he enamorado de un suspiro de tu aliento, recorre mis venas y se planta en mi corazón, y en el instante en que un pérfido veneno quiere gobernar mi alma tus caricias me llenan de fuerza y vigor. No pierdo el tiempo ni el momento en el que pueda besarte con una mirada, te busco en mis sueños y en mis pensamientos para unir silenciosamente mi corazón al tuyo.
¡Y todavía no me doy cuenta conscientemente de que te necesito, de que te extraño, de que me falta la vida para amarte mucho más!
Una mañana bajo la hermosa aparición de la luna, te busqué al despertar en mis pensamientos y en mi corazón, sentí de tus labios un beso y dibujé un amanecer en tu pecho, enmarqué tu espalda y me sumergí en tus mejillas; soñé contigo, con estar a tu lado, te admiré con anhelo y te amé con fervor. Desperté y vi la realidad absurda, te vi lejos y te quiero en tu ausencia.
Te amo con todo lo que soy.
Madame Shalom