ubik

EL ANONIMATO DE LA LUZ PÁNICA

La mar ahoga pétalos 

en el aura suicida del alba.

 

Piel inconcebible  del destello

que perjura 

sobre la cresta de ecos nacarados

y lunas sectarias.

 

Al contrario de la hedionda gravedad,

el cielo recién segado,

insolación deletérea,

mamas de claridad insolente

y ruido enlatado

de la hojarasca.

 

Musgo libre,

impudicia del paraíso.