Ben-.

La piel rasgada-.

Las pieles se van rasgando

mutua agresión de espacios

donde habitan los ojos evaporados

y el alma fluye como un mecanismo

de relojería.

Los papeles, ultimátum a la voz,

una forma de escribir latitudes inexpresivas.

Lo profundo hiere como un ave sin alas

descosidas sus puntas en el tenso mediodía.

Y el corazón, arrojado a la luz y al impacto

triste de las tolvaneras solares.

La piel rasgada está, pero yo vuelvo

a lo mío-.

 

©