Yo recuerdo su luz en la madrugada entrañable
Como un altar de luna entre tenues sombras de espera
Ofrendando los recuerdos del día que termina,
A las estrellas y el viento que adornaban el cortejo
Escapaba en penumbras su figura angélica
Abrazando la lluvia con la mirada clara
Deshojaba las flores en la madrugada de invierno
Humedecida sus raíces por el manantial de su vientre
La envolvía el silencio entre secretos y enigmas
Embriagando la noche de insomnes misterios
Ojos brillantes entre el negro y lo oscuro
Como esferas de ensueño cautivando las almas
Sábanas tibias que esperan la entrega
Brisas nocturnas que derriten las nieves
Gemidos ingenuos, susurros de anhelo
Tu alba luz que me cubre para asirme a tu torso
Yo recuerdo su luz en la madrugada entrañable
Iluminando sus senos entre sueños y deseo
Yo recuerdo mi mano que inocente te roza
Para transmutar en un beso, en orgasmo y delirio