En la almohada cada noche pensamientos quedan
dispersos como virutas del día ya consumido
a veces abrumadores, hostiles, dañinos
y mi alma se desprende buscando al amor que un día apareció
entre líneas y entre sueños imaginando un mundo
un mundo donde cupieran todos
pero construido tan solo para dos
un mundo que fuera libre, hermoso, justo
y en esos estratos tan inefables y sutiles
que existen más allá de la materia y la razón
me lo encuentro para amarnos con vehemente adoración
Lo maravilloso de los encuentros es la belleza y el color
la risa tan constante como campanitas celestiales
el flotar ligeros guiados solo por el deseo de gozar
la unión de nuestros seres como nubes de arrebol
que irradian y se funden en un magma de pasión
Como antes, como siempre tu amor es mi pendón
y si la muerte trunca el sueño
no podría nunca truncar ese inmenso amor
no podrá destruir las almas ya enlazadas
que existen por obra y gracia del creador