Y llego a nuestras calles, cerca muy cerca...
Todo corren, huyen despavoridos
ya no es tan mentira, ni tan invento
que el vecino enfermo nos consta, y no es cuento
Las calles han quedado vacías
al dolor de la enfermedad
se une el del escarnio, el desprecio
de lo miserables que podemos ser los humanos
que fácil se sientan al lado del poderoso
sabiendo que su mal es peor que el del leproso
Que triste nuestra conducta
con el que hasta ayer fue nuestro amigo y vecino
jamas se llamo a las autoridades
para que se lleven al corrupto
pero prestos le han llamado
para que se lleven a los contagiados
dios se apiade de nuestros hermanos,
dios se apiade de los seres humanos
estamos perdiendo la batalla,
ante la vida y ante la muerte